
¡Hola, viajeros y amantes de lo misterioso! 🧙♀️ Si sois de los que disfrutáis de un buen relato, de esos que te ponen los pelos de punta y te transportan a tiempos inmemoriales, tengo que hablaros de un lugar en Navarra que os va a enamorar (y quizás un poquito a inquietar 😉): ¡las Cuevas de Zugarramurdi!
Como buen «local» de corazón viajero, os aseguro que este rincón es una parada obligatoria si estáis explorando el norte. No solo es un espectáculo natural impresionante, sino que sus paredes susurran historias de aquelarres, de juicios inquisitoriales y de la eterna lucha entre la razón y la superstición. ¿Listos para adentraros en el «infierno» de Zugarramurdi? ¡Vamos allá!
Ahhh!! Se me olvidaba, no os podéis perder el final del artículo donde cuento La Leyenda de las Brujas de Zugarramurdi.

Índice de Contenidos
Zugarramurdi: Donde la Leyenda se Hace Cueva ✨
Ubicadas en el corazón del Pirineo navarro, muy cerquita de la frontera con Francia, las Cuevas de Zugarramurdi son mucho más que simples formaciones kársticas. Este impresionante entramado de galerías, esculpido por el río Olabidea (o Infernuko erreka, «arroyo del infierno», ¡imaginad!), fue el escenario de los famosos juicios de brujería de 1610. Aquí, bajo la luz de la luna y el manto de la noche, se dice que se celebraban los akelarres, esas reuniones donde la fantasía y la realidad se mezclaban peligrosamente.

Pasear por la Cueva Grande, con sus imponentes 120 metros de largo y hasta 12 de alto, es una experiencia que te atrapa. El sonido del río, la frescura del ambiente y la grandiosidad del lugar te hacen sentir parte de la historia. Y sí, es inevitable que se te escape una sonrisilla pícara pensando en las «brujas» que, según la leyenda, danzaban aquí.

Además de la cueva principal, encontraréis cavidades más pequeñas y hasta los antiguos hornos de sal del siglo XVIII, testigos silenciosos de un pasado no tan lejano. Es un planazo tanto si vais en familia (¡los peques alucinarán!), con amigos o en solitario, buscando esa conexión con lo ancestral.

¡Organiza tu Visita! Precios y Horarios para no Perderse Nada 📝
Para que vuestra aventura en Zugarramurdi sea perfecta, aquí os dejo los datos clave de precios y horarios. ¡Tomad nota para no llevaros sorpresas! (No obstante, os dejo el enlace para consultar precios actualizados)
Precios de Entrada a las Cuevas de Zugarramurdi:
- Tarifa General (mayores de 12 años): 6,00 €
- Tarifa Infantil (6-12 años): 4,00 €
- Niños de 0 a 5 años: ¡Gratis!
- También hay precios especiales para personas con discapacidad y familias numerosas, que os recomiendo consultar directamente en la web oficial para aseguraros las tarifas actuales.
- ¡Consejo de BdeViajes! 😉 Si tenéis pensado visitar también el Museo de las Brujas (¡muy recomendable para entender todo el contexto histórico!), conservad la entrada de la cueva, ya que suelen hacer un descuento de 1€ al adquirir la entrada para el museo.
Horarios de la Cueva de Zugarramurdi:
Los horarios de las cuevas varían según la temporada, así que es fundamental consultarlos antes de vuestra visita en la web oficial. De manera general, suelen abrir por las mañanas y tardes, con un cierre al mediodía en algunas épocas. Los lunes suelen estar cerrados (¡ojo con esto para planificar vuestro viaje!).
Aquí os dejo información de los horarios, pero recordad ¡siempre confirmad en la web oficial!
- Temporada Alta (mediados de julio a mediados de septiembre): Apertura continua con horario extendido.
- Temporada Media (primeras quincenas de julio y últimas de septiembre): Suelen abrir de 11:00 a 19:00 (con posible cierre los martes a mediodía).
- Temporada Baja (resto del año): Horarios más reducidos, a menudo de 11:00 a 17:30 o 18:00, con cierre a mediodía algunos días y los lunes.
- Días especiales: La cueva puede tener horarios específicos en puentes, festivos y Semana Santa. Los días 24 y 31 de diciembre suelen abrir solo por la mañana, y la primera quincena de enero abren solo fines de semana.
¡Importante! El último ticket se vende 45 minutos antes del cierre. La visita libre a la cueva dura aproximadamente entre 45 minutos y 1 hora.
Más Allá de las Cuevas: El Museo de las Brujas 🔮
A solo 400 metros de las cuevas, el Museo de las Brujas de Zugarramurdi es el complemento perfecto para vuestra visita. Aquí podréis profundizar en el proceso inquisitorial del siglo XVII, con audiovisuales y escenografías que os harán entender mejor la historia de aquellas mujeres y hombres acusados de brujería. ¡Una experiencia súper interesante!
Espero que esta guía os anime a visitar este lugar tan singular. Zugarramurdi es un recordatorio de la historia, la leyenda y la naturaleza, todo en un mismo lugar. ¡No os lo perdáis! ¡Hasta la próxima aventura!







La Leyenda de las Brujas de Zugarramurdi: El Gran Akelarre y el Proceso Inquisitorial 🌙
Si las paredes de la Cueva de Zugarramurdi pudiesen hablar, no solo susurrarían el eco del río y la frescura del aire, sino también el escalofriante relato de las brujas. Porque, amigos, este rincón de Navarra no es famoso solo por su belleza natural, sino por ser el epicentro de una de las historias más oscuras y fascinantes de la Inquisición española.
Imaginen la escena: era la Noche de Walpurgis, o quizás cualquier otro sábado bajo una luna que se colaba entre las nubes, cuando los vecinos de Zugarramurdi (y de otros pueblos cercanos como Sara o Ainhoa, al otro lado de la frontera invisible) se dirigían sigilosamente hacia la Gran Cueva. No iban a rezar, ni a comerciar. Iban a danzar, a cantar y a encontrarse con «Akerbeltz», el macho cabrío negro que, según la creencia, era la manifestación del diablo en sus akelarres.
Se decía que estos encuentros eran fiestas desinhibidas, donde la sidra corría, se comían manjares «robados» y se realizaban ritos paganos. Mujeres, y algunos hombres, se untaban con ungüentos extraños para «volar» hasta la cueva, o al menos eso confesaban bajo la presión de la época. Allí, en la oscuridad, entre las sombras que danzaban en las paredes, se entregaban a la adoración de su «señor», renegando de su fe cristiana y buscando poderes sobrenaturales para curar, maldecir o simplemente vivir con más libertad de la que la sociedad les permitía.
Pero la leyenda no sería tal sin su parte de tragedia. Fue en 1609 cuando un brote de «brujería» sacudió la zona. La chispa se encendió con la llegada de la inquisición francesa a Labort, que provocó una huida masiva de supuestas brujas hacia el lado español. María de Ximildegui, una joven que había vivido en Francia, regresó a Zugarramurdi y comenzó a confesar sus encuentros con el diablo y a señalar a otras mujeres del pueblo.
La histeria colectiva y las acusaciones se propagaron como la pólvora. El Inquisidor Alonso de Salazar y Frías, un hombre de mente más abierta para su tiempo, fue enviado a investigar. Su llegada desató una cascada de delaciones. Las confesiones se multiplicaban, a menudo bajo tortura o la promesa de clemencia, relatando visiones de sapos, serpientes, ungüentos mágicos y pactos diabólicos en el corazón de la cueva.
El resultado fue devastador: en noviembre de 1610, en el auto de fe de Logroño, veintiocho personas de Zugarramurdi y alrededores fueron procesadas. Doce de ellas fueron quemadas en la hoguera, seis en persona y seis en efigie (ya que habían fallecido en prisión o logrado escapar). El resto, castigados con penas menores tras arrepentirse públicamente. Fue uno de los episodios más brutales de la caza de brujas en España, y la Cueva de Zugarramurdi quedó para siempre marcada como su escenario.
Hoy, cuando caminas por la cueva, casi puedes escuchar el eco de aquellas danzas prohibidas, los cánticos bajo la luna y el lamento de quienes fueron víctimas de la intolerancia y el miedo. Es un lugar que te invita a reflexionar sobre la historia, la superstición y la delgada línea entre la creencia y la crueldad.
¿Te atreves a sentir la magia y el misterio que aún flota en el aire de Zugarramurdi?