Antes de hablar de qué ver en Zugarramurdi, me vais a partir empezar este artículo con el relato de una de las leyendas más conocidas y documentadas de Zugarramurdi, es la que rodea a María de Ximildegui, una joven del pueblo que fue pieza clave en los juicios por brujería de 1610.
🕯️ La leyenda de María de Ximildegui: la bruja que lo confesó todo
María de Ximildegui era una adolescente cuando fue enviada como sirvienta a trabajar en Francia. Allí entró en contacto con costumbres y creencias diferentes, algunas vinculadas a prácticas paganas o consideradas heréticas por la Iglesia. Al regresar a Zugarramurdi, comenzó a contar que había participado en akelarres, reuniones nocturnas con otras mujeres donde, según su propio relato, invocaban al demonio y realizaban rituales con danzas, pociones y vuelos mágicos.
Sus confesiones llamaron la atención del Santo Oficio. Bajo presión y posiblemente tortura, María señaló a decenas de personas del pueblo como cómplices en prácticas brujeriles. Esto desató una ola de pánico que culminó en el gran juicio de Logroño en 1610. Aunque hoy sabemos que muchas de estas confesiones fueron producto del miedo y la manipulación, la leyenda popular convirtió a María en una especie de “bruja arrepentida”. Algunos dicen que lo inventó todo para llamar la atención. Otros creen que realmente formaba parte de una antigua tradición espiritual, muy anterior al cristianismo.
🎭 ¿Realidad o mito?
Lo interesante es que su historia está documentada en los archivos inquisitoriales, pero como ocurre con muchas leyendas, la línea entre lo que ocurrió y lo que el pueblo recuerda se ha difuminado con el tiempo. A día de hoy, su figura aparece en relatos locales, en las exposiciones del Museo de las Brujas y en las teatralizaciones de los akelarres.
Zugarramurdi no necesita inventar leyendas: su propia historia ya parece un cuento de magia, miedo y resistencia.
Ahora sí, vamos ya a entrar en materia para informaros qué ver y qué hacer en Zugarramurdi.
Índice de Contenidos
Introducción a Zugarramurdi: un pueblo mágico en Navarra
Ubicado en la comarca de Xareta, en el norte de Navarra, a escasos kilómetros de la frontera con Francia, se encuentra Zugarramurdi, un pequeño pueblo que ha alcanzado fama internacional por su vinculación con la brujería. Aunque apenas cuenta con unos 200 habitantes, su historia, su entorno natural y su energía tan particular lo convierten en uno de los destinos más fascinantes del norte de España.
Visitar Zugarramurdi no es solo una excursión; es una inmersión en la historia de la inquisición, en los mitos vascos, y en la belleza más salvaje de la naturaleza navarra. Desde las famosas cuevas hasta sus rutas de senderismo, el Museo de las Brujas o el propio trazado del pueblo, todo en este rincón respira magia.
El nombre «Zugarramurdi» tiene raíces vascas, aunque su significado exacto sigue siendo un misterio. Más allá de su origen lingüístico, el pueblo ha pasado a la historia con apelativos que reflejan su mística: es ampliamente conocido como el «Pueblo de las Brujas» o «Aldea de las Brujas» y, de manera aún más evocadora, como «La Catedral del Diablo», un sobrenombre que subraya la intensidad de las leyendas que lo rodean.
La atmósfera de Zugarramurdi nosotros la describimos como «misteriosa y envolvente», una sensación que se acentúa especialmente en días nublados. Al pasear por sus calles, es imposible no notar la omnipresencia de la temática de las brujas, que se manifiesta en tiendas, negocios, casas y jardines, convirtiéndolas en las «auténticas protagonistas» del lugar. Esta inmersión temática contribuye a la percepción de Zugarramurdi como un «pueblo mágico». Este artículo es una guía práctica, pero también una reflexión personal basada en nuestra visita. Y es que Zugarramurdi no solo se ve: se siente.
Historia de las brujas de Zugarramurdi y leyendas del akelarre
Hablar de Zugarramurdi sin mencionar la historia de sus brujas sería imposible. Este pequeño enclave fue el epicentro de uno de los episodios más oscuros de la Inquisición en el siglo XVII. En 1610, el Tribunal de Logroño llevó a cabo un famoso auto de fe que terminó con la condena de varias personas acusadas de brujería.
En esa época, la región era el escenario de aquelarres, encuentros nocturnos supuestamente organizados por mujeres que invocaban al demonio, realizaban rituales paganos y se entregaban a prácticas consideradas herejías por la Iglesia. Muchos de estos encuentros, reales o no, se ubicaban en las cuevas de Zugarramurdi.
El nombre “akelarre” proviene precisamente del prado (en euskera, “lugar del macho cabrío”) donde se cree que se realizaban estos rituales. Hoy en día, más allá del juicio histórico, el mito de las brujas sigue presente y se celebra como parte de la cultura e identidad del pueblo.
Qué ver en Zugarramurdi: las famosas Cuevas de las Brujas
Las cuevas de Zugarramurdi son, sin duda, la joya de la corona. No se trata de una única cavidad, sino de un sistema natural formado por la erosión del arroyo Orabidea, que atraviesa la cueva principal creando un espectacular túnel de más de 120 metros de largo.
Y sí, nosotros también las visitamos. Habíamos reservado la entrada con varias semanas de antelación para asegurarnos el acceso a este lugar lleno de historia y misterio. La cueva es famosa por su asociación con la brujería en el siglo XVII, cuando la Inquisición llevó a cabo juicios contra supuestas brujas de la región.
Si vais a Zugarramurdi es una visita que no os podéis perder y os recomendamos que reservéis las entradas con antelación para aseguraros la entrada. Podéis hacer la reserva aquí.
Lo que impresiona al estar dentro de la cueva es su tamaño: no es una cueva convencional, sino una especie de catedral de roca al aire libre. El silencio, la humedad y la vegetación que cuelga de las paredes dan la sensación de estar en un espacio sagrado.
Os dejo por aquí el artículo de Las Cuevas de Zugarramurdi para ver más información.
La visita nos permitió adentrarnos en el pasado oscuro y fascinante de Zugarramurdi, donde las historias de aquelarres y rituales paganos cobran vida.
A diferencia de las cuevas subterráneas tradicionales, las Cuevas de Zugarramurdi son una impresionante cavidad natural, un gran túnel tallado en la roca que no contiene estalactitas, estalagmitas ni pinturas rupestres. Su formación se debe a la erosión constante del río Olabidea, también conocido por el evocador nombre de «Infernuko erreka» o «arroyo del infierno». La sala principal es de dimensiones considerables, alcanzando los 120 metros de largo, 12 de alto y 30 de ancho. El complejo incluye tres cavidades: la cueva grande, la pequeña y la cueva del akelarre.
La fama de las cuevas radica en su conexión con las leyendas de brujería y los akelarres. Cuando entras en ellas, te sumerges en un mundo de reuniones paganas en torno a hogueras, con «brebajes prohibidos» bajo la luz de la luna. La cueva la puedes recorrer en un circuito circular por la gran oquedad, en una visita libre con paneles informativos que dura entre 45 minutos y 1 hora.
Para una experiencia más cómoda, te recomendamos llevar calzado adecuado con buena adherencia, y tener en cuenta que, al ser una cueva abierta, la sensación térmica es similar a la del exterior, aunque la temperatura constante de 14°C y la alta humedad hacen aconsejable llevar ropa de abrigo. Las cuevas permiten la entrada de mascotas. Además, el acceso es bastante fácil.
El precio de las entradas nos costó 6€ por persona para adultos a partir de 13 años y 4€ para niños desde 4 a 12 años. Os dejo aquí el enlace para informaros de los precios actuales y los packs que ofrecen para visitar tanto la Cueva de Zugarramurdi como el Museo de Las Brujas.
Museo de las Brujas: un viaje al pasado inquisitorial
Justo a la entrada del pueblo se encuentra el Museo de las Brujas (Sorginen Museoa), un imprescindible si quieres entender el contexto histórico y social que llevó a las persecuciones. Instalado en el antiguo hospital del pueblo, este museo utiliza una narrativa muy cuidada, con recursos audiovisuales e interactivos que explican tanto el fenómeno de la brujería como la vida cotidiana de los siglos XVI y XVII.
La visita es autoguiada y permite comprender por qué el miedo, la religión y la ignorancia se combinaron para convertir a Zugarramurdi en un símbolo de persecución. También hay una interesante reflexión sobre el papel de la mujer en la historia y sobre cómo muchas de estas «brujas» eran simplemente sanadoras o mujeres sabias que molestaban al poder establecido.
El museo ofrece una exposición permanente que utiliza una combinación de imágenes, textos y sonidos para transportar a los visitantes a la era de las historias de brujas y hechiceros.
Se organiza en cuatro espacios temáticos clave:
1- La Sala de las Creencias, que explora las tradiciones ancestrales y mitos.
2- La Sala Akelarre, que profundiza en el significado de las reuniones de brujas.
3- La Sala de la Inquisición, que narra la trágica historia de la persecución de la brujería por la Inquisición Española, con especial énfasis en el Auto de Fe de Logroño de 1610.
4- La Sala de las Prisiones, que recrea las celdas donde los acusados eran encarcelados.
La primera planta está dedicada a María Ximilegui, la figura central de la mayor caza de brujas en España, proporcionando contexto histórico y los nombres de acusados e inquisidores.
La última planta del museo se adentra en los mitos, leyendas y «verdades olvidadas», presentando la ancestral sociedad matriarcal y el importante papel de las mujeres como herbolarias y guardianas del conocimiento de la naturaleza, desvinculándolas de la brujería malévola.
El museo busca desentrañar el complejo contexto histórico y ofrecer una visión completa y profunda de la identidad y cultura vasca.
Se recomienda visitar el museo antes de entrar a las cuevas, ya que contextualiza muy bien todo lo que veréis después.
Pueblo de Zugarramurdi: rincones con encanto y arquitectura tradicional
Zugarramurdi no se limita a sus cuevas. El propio pueblo es una delicia para pasear sin prisa. Las calles son empedradas, las casas tienen los típicos balcones floridos de Navarra y la sensación de calma lo envuelve todo. Aquí, la mezcla entre arquitectura vasco-navarra y paisaje montañoso crea una atmósfera de postal.
Uno de los puntos más interesantes es la iglesia de la Asunción, desde cuya pequeña explanada se tienen unas vistas preciosas del entorno. También encontrarás tiendas de productos locales, como quesos, embutidos, miel o artesanía inspirada en las brujas.
Es habitual ver esculturas de cabras, murales con escenas de akelarres y referencias al mundo mitológico vasco. Y es que aquí, las leyendas no se esconden: se celebran.
Senderismo y naturaleza en Navarra: rutas por Zugarramurdi
Si lo que os gusta es el senderismo, Zugarramurdi se encuentra en una zona perfecta para los amantes del senderismo. Las rutas son accesibles y están muy bien señalizadas. Una de las más recomendadas es la Ruta del Camino Azul, que conecta Zugarramurdi con Urdax, atravesando bosques de hayas y pastos donde pastan caballos pottokas, típicos del Pirineo vasco.
Otra opción es hacer el sendero hasta Sara, ya en Francia, lo que te permitirá cruzar la frontera a pie entre montañas.
Durante el paseo, te envolverá la naturaleza: castaños centenarios, musgos que tapizan las rocas y el sonido constante del agua. No es difícil sentirse transportado a otra época, como si en cualquier momento pudiera aparecer una bruja preparando pociones entre los helechos.
Planes y experiencias: turismo rural y cultural
Además del senderismo y las visitas a las cuevas y el museo, Zugarramurdi ofrece otras actividades dependiendo de la época del año.
Uno de los eventos más conocidos es el Zikiro, una fiesta popular en agosto donde se asan corderos al aire libre en las cuevas. También es muy recomendable la noche del akelarre (GauPasa), una representación teatralizada que revive los rituales mágicos en un espectáculo lleno de luces y dramatismo.
Si te interesa el turismo rural, la zona ofrece agroturismos, casas rurales y alojamientos con encanto. También puedes visitar localidades cercanas como Urdax o Ainhoa, otro de los pueblos mágicos de la región.
Nuestra ruta continuaba hacia Elizondo, donde nos hospedamos en el Hotel Elizondo, donde encontramos un ambiente acogedor y cómodo. Después de instalarnos, nos recomendaron cenar en el Bar Mendi Ostatua, donde disfrutamos de un plato combinado típico de la zona, que estaba delicioso y que os recomiendo ir, ya que comes productos típicos de la zona y a un buen precio.
Información práctica: precios, horarios y cómo llegar
- Entrada a las Cuevas: 6€ adultos, 4€ niños (de 4 a 12 años).
- Entrada al Museo: similar precio. Existe un ticket combinado más económico.
- Horarios: las cuevas suelen abrir de 11h a 18h en temporada baja, y hasta las 20h en verano.
- Cómo llegar: en coche desde Pamplona (1h 20 min) o desde San Sebastián (1h 10 min). El acceso es sencillo y hay aparcamiento.
También hay opciones en transporte público hasta Elizondo o Urdax, y desde allí en taxi o combinando caminatas.
Os dejo aquí el enlace de la web oficial para consultas los precios actualizados y artículo de Las Cuevas de Zugarramurdi.
Recomendaciones y consejos para tu visita a Zugarramurdi
- Es importarte reservar las entradas con antelación, especialmente en temporada alta para evitar ir y quedarte sin entrada.
- Lleva calzado cómodo: tanto el pueblo como las rutas tienen pendientes.
- Si puedes, haz la visita en otoño, cuando los colores del bosque son espectaculares.
- Dedica al menos un día completo. Es un lugar que merece ser disfrutado sin prisa.
- No te vayas sin probar la gastronomía local: cordero, quesos y dulces artesanales.
Por qué visitar Zugarramurdi, este rincón oculto de Navarra
Para finalizar, Zugarramurdi es mucho más que un lugar turístico, es un enclave donde la historia, el misterio y la naturaleza se entrelazan. Un sitio que invita a escuchar susurros del pasado entre rocas milenarias y dejarse llevar por la imaginación.
En nuestro caso habíamos reservado la entrada con varias semanas de antelación para asegurarnos el acceso a este lugar lleno de historia y misterio.
No importa si te atrae la historia, la leyenda, el senderismo o la cultura rural, este pequeño pueblo nos dejó huella. Y eso, en un mundo cada vez más predecible, es pura magia.
Si quieres conocer más Navarra, te dejo por aquí otro de los lugares que no te puedes perder, El Nacedero del Urederra.